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martes, 3 de mayo de 2016
miércoles, 6 de abril de 2016
catfish
¿Sabe con quién liga en la red?
Empezar una relación amorosa sin conocerse en persona puede ser una aventura tan arriesgada como gastarse 200 euros en una tienda virtual de Singapur. La foto es el único testimonio que posee el 'interesado', pero ¿y si esa encantadora chica de ojos claros o aquel chaval apuesto con el que llevas seis meses saliendo a distancia no se corresponden con su imagen real? Precisamente esa es la temática que aborda el 'reality' 'Catfish: Mentiras en la red', que se emite los jueves (a las 22.00 horas) y los sábados (a las 21.10) en la cadena juvenil MTV.
Yaniv Shulman, su presentador, es un fotógrafo de Nueva York que sufrió en sus carnes esta clase de engaño. Conoció a Megan, de Michigan, en la red social MySpace y entablaron una relación basada en llamadas telefónicas y chateo. Las alarmas saltaron cuando la joven, que decía ser veterinaria y compositora, le envió como propias unas canciones ajenas. Al darse cuenta Yaniv, decide llevar el caso hasta las últimas consecuencias grabando un documental en cuya escena final se planta en casa de la chica por sorpresa. Entonces, entre lágrimas, se descubre que creó perfiles falsos en Facebook, utilizó fotografías de otras personas para ella y su familia y se inventó una personalidad acorde con lo que le habría gustado ser en realidad.
El documental se estrenó en 2010 con el título 'Catfish' ('Bagre' o 'Pez Gato', en inglés), y tiene una explicación muy curiosa. Cuando trasladan en barco bacalao vivo desde Alaska a China los mantienen en unos estanques en compañía de los amenazadores bagres para que se mantengan ágiles durante el viaje y su carne no se reblandezca al no poderse relajar en ningún momento. «En esta vida hay personas que actúan como bagres, manteniendo en alerta a quienes le rodean, obligándolas a pensar y a estar frescas», explica Shulman defendiendo la función social que le atribuye a su programa.
Tirar de la manta
Tras el exitoso estreno Yaniv Shulman empezó a recibir miles de cartas de personas que también habían vivido situaciones similares, o bien que desconfiaban de sus parejas virtuales pero no se atrevían a dar el paso. La cadena MTV se dio cuenta del filón televisivo que podía haber detrás y le ofreció crear 'Catfish: The Tv Show'.
El resultado ha sido un 'reality' con una temática muy actual, en el que se demuestra que mentir en la red es algo habitual incluso llevado a sus últimas consecuencias. En cada programa Shulman y su compañero Max Joseph acuden a la llamada de personas que necesitan conocer la verdadera identidad que se esconde al otro lado del ordenador. Cuando tiran de la manta se descubre que la pareja virtual no se parece en nada a la de la foto, que mintió sobre su trabajo, sobre su lugar de residencia e incluso sobre su edad o su sexo, pero en otros casos también se demuestra que la otra persona decía la verdad.
Todo el mundo ha soñado alguna vez con ser más guapo, más interesante o tener un empleo mejor y las redes sociales facilitan inventarse una vida deseada ante los demás. ¿Conoce de verdad a la persona con la que chatea? ¿Sabe realmente quién está al otro lado?
"Catfish", el nuevo fenómeno de identidad falsa en Internet.
¿Tu crush, al que no conoces en persona, inventa excusas todo el tiempo para no verte? ¿Nadie lo conoce? ¿Sospechas que no existe? Podrías estar conviviendo con un Catfish.
El auge reciente de la comunicación online ha modificado la forma en la que nos relacionamos entre nosotros. Actualmente, no es raro escuchar que se forman amistades e incluso romances con personas que físicamente, nunca se han encontrado. Una de las ventajas de conocer gente vía Internet es que los intereses pueden llegar a ser mucho más afines que con personas con las que uno convive sólo por circunstancia geográfica, pero conocer gente por Internet también tiene sus desventajas.
El término “Catfish” surge de un documental realizado en 2010 por Henry Joost y Ariel Schulman. Se trata de cómo Yaniv “Nev” Schulman se relaciona vía Internet con una mujer de la cual sospecha si realmente existe. Después de mantener el contacto durante mucho tiempo, decide buscarla y se encuentra con una mujer completamente diferente a las fotos del perfil y la cual lleva una vida completamente diferente a la que dijo haber llevado.
Este documental, a pesar de las críticas sobre la veracidad de su trama, tuvo tanto éxito que MTV creó un reality show en el 2011 que lleva el mismo nombre.
¿Por qué existen personas capaces de mantener una identidad falsa durante tanto tiempo?
La comunicación online tiene dos efectos aparentemente paradógicos en las relaciones humanas: Por un lado, la distancia que existe a partir de conocer a alguien vía Internet hace que la gente se sienta protegida. Tiene la sensación de hacer lo que sea sin tener prácticamente ninguna repercusión negativa “real”. Y por otro lado, la comunicación constante con un tercero crea una ilusión de proximidad e intimidad. La gente deja de sentirse sola. Para que exista un Catfish, debe existir quien crea en él.
Los propósitos de crear identidades falsas pueden ser muy variados: Pueden ir desde sacar información sin ser identificados hasta inventarse una personalidad online con el objetivo de usar un pseudónimo que a la larga, se sale de control. La diferencia entre unos y otros es el tiempo que ésta identidad se mantiene y la dedicación que se le invierte en hacerla creíble.
Un Catfish va más allá de obtener información en un periodo corto de tiempo. Se trata de personas que inventan detalles sobre una vida que no les pertenece. Crean escenarios, imágenes, conversaciones y vivencias que envuelven a sus interlocutores al punto que éstos pueden no sospechar que algo extraño ocurre durante años. Son personas en su mayoría astutas, con particulares habilidades de comunicación y persuasión.
A la vez, suelen ser personas solitarias. Gente que encuentra en la identidad online que inventa mayor reconocimiento y reforzamiento social que viviendo “en el mundo real”. Probablemente, su personaje virtual tenga más suerte con las mujeres o una mayor influencia en otros: retomemos. Estar tras una pantalla le quita muchos elementos que pueden ser estresantes para algunos a la comunicación cara a cara.
Si sospechas que estás frente a una identidad falsa, es importante que detengas ese contacto. Puede tratarse de alguien inofensivo que use un pseudónimo únicamente para relacionarse con mucha gente en Internet, pero puede ser una persona a la que sólo le interese relacionarse contigo por algún motivo en particular. No conocer sus verdaderas intenciones puede tener consecuencias graves en tu seguridad, así que es mejor cortar el contacto. Mantente alerta a las respuestas que te dé y no ignores señales sospechosas. Usa las herramientas que tienes a tu alcance (como el buscador de imágenes de google, el cual puedes usar buscando no sólo palabras clave, sino buscando fotos en el icono de la cámara), pídele su opinión a alguien cercano y no le proporciones nunca información que pueda comprometer tu seguridad (como dirección, contraseñas, números de cuenta, horarios en los que te encuentras fuera de casa, cuánto tiempo saldrás de vacaciones, etc).
Catfish :Verdades y mentiras en el cine digital
1-Catfish: el clasicismo y el hipertexto se encuentran
Es muy revelador el modo en el que da inicio Catfish (Henry Joost, Ariel Schulman, 2010). La pantalla de cine nos muestra Como si la pantalla de cine fuera la pantalla de un ordenador y estuviéramos buscando en el Google Maps, se inicia un zoom out para descubrirnos una bola del mundo sobre fondo negro. Un cursor “arrastra” la esfera para descubrirnos la animación digital del logo de Universal con su fanfarria musical correspondiente. La animación se interrumpe bruscamente porque la pantalla ha sido minimizada y se nos revela un logo de “play”. El cursor lo pincha y se inicia la animación de la productora Relativity Media. Por último las letras del logo de la productoras Rogue son cambiadas con ayuda del cursor a través de un teclado que no vemos, como el que cambia el nombre de un archivo.
Han pasado 48 segundos, el mundo diegético de Catfish aún no ha comenzado y en tres sencillos movimientos estamos dentro de un entorno digital, un entorno que arropará y será el motor narrativo del relato. Los conceptos de hipertexto y la convergencia transmediática han sido ya puestos sobre la mesa y arrancan unos títulos de crédito que complementan y enriquecen aún más el desfile de logos anterior: un primerísimo plano detalle recorre una pantalla de ordenador sobre la que a duras penas reconocemos la figura de un rostro femeninos. Los minúsculos puntos de la pantalla digital, que son elemento central en el discurso de los realizadores, son remarcados y puestos en ese primer plano de la narración para destacar la importancia conceptual que van a tener en el desarrollo y evolución del relato.
Ariel Schulman y Henry Joost, cineastas noveles, despliegan una historia sobre relaciones a través de la red con enfoque documental y recursos de cine de suspense en los que nada es lo que parece: una historia que no podría existir si no hubiera internet, si no existieran las diferentes plataformas, entorno, lenguaje, programas y aplicaciones informáticas que son el vehículo narrativo sobre el que fluye y avanza Catfish. Las teorías del hipertexto toman forma de narrativa clásica en la lineal historia de amistad de Nev y Abby.
En los primeros diez minutos de la película se desarrollan una serie de secuencias bordwellianas en el sentido más clásico de la acepción, pero con herramientas teóricas hipertextuales. En este fragmento, los de introducción de la trama, la mayoría de planos que cuentan cómo se conocen Abby y Nev fluyen desde plataformas transmediáticas y un entorno digital. Nos encontramos ante un segmento en el que todo es una sucesión de hechos bajo la premisa narrativa causa-consecuencia. En una suerte de montage, muy propio del cine de los años 80[1], con elGood Vibrations de los Beach Boys cantado por un coro de niños sonando, se van sucediendo ante nuestros ojos correos electrónicos, fotos de Facebook, videos de Youtube, planos de situación con el Google Maps… Durante este primer segmento de la historia, el corte del plano está condicionado en la mayoría de ocasiones en el paso de una aplicación o programa a otro. Cabe destacar la aparición de rótulos explicativos y planos de Nev explicando algunas cosas de las que suceden. Otro brevemontage frenético que cierra el primer segmento de la película, narra el inicio de las amistades por Facebook y mail de Nev con toda la familia de Abby hasta el cambio de estado “civil” en la red social de Megan, que pasa a estar soltera. La chispa ha surgido y Nev se empieza a interesar por la hermana de Abby.
Así como Brian De Palma en Redacted (2007) se quedó a medio camino de esta narración hipertextual, donde sólo veíamos secuencias aisladas en diferentes plataformas y medios que hacían avanzar el relato, en Catfish el paso de un programa informático a otro, el paso de un entorno a otro sirven para hacer hilvanar la narración dentro del mismo segmento o situación.
La narrativa dentro del hipertexto fluye bajo una premisa causa-consecuencia siguiendo la teoría del cine clásico de Bordwell
Puede que por la condición de noveles de los realizadores, puede que porque no existía en el año 2010 la confianza suficiente en hacer llevar el peso de la narración de un largometraje en el hipertexto se hace patente la necesidad de romper una diégesis cien por cien digital para recordarnos que estamos en una película (documental o no). De esta manera, los fragmentos en los que la narrativa hipertextual están , desgraciadamente, diseminados en el resto del relato, son un recurso en el que se apoya la narración, que se acaba convirtiendo en un documental sobre la verdad y la mentira en la era de internet.
En definitiva, aunque de una manera algo tímida y deslavazada, hay momentos en los que la manera de contar historia más tradicional, que nos lleva echar la vista atrás hasta llegar al mismísimo Griffith, se encuentra con la revolución digital, que evidentemente ya había llegado hacía varios años, pero que aquí toma una forma narrativa diferente ( menos para los familiarizados con un interfaz informático). En este caso concreto chocan dos ideas: la linealidad y claridad expositiva (la causa-consecuencia como elemento narrativo) y el hipertexto. En ese choque, lo que ha surgido es una hibridación de unas formas y otras[2]. Catfish se apropia de características de la escritura clásica, esa causa-consecuencia como motor del relato; y del entorno digital se apropia de ese gigante que es el hipertexto. Schulman y Joost ejercen en Catfish de una especie de demiurgos con la enorme herramienta que es un ordenador conectado a Internet. Hacen y deshacen gracias a Youtube, Google Street View, Gmail, Facebook, Google Maps, iTunes y demás programas que implican a la relación entre Nev y Abby.
En un trasunto del personaje de Tom Cruise en Minority Report(2002, Steven Spielberg), los realizadores “mueven” las pantallas, seleccionan, dentro de ese gran hipertexto que es una conexión de banda ancha, los retazos digitales (mails, fotos…) que quedan como testimonio de la relación de los protagonistas para construir las secuencias de una manera que solo un “espectador digital” pueda comprender. Asimismo, ese espectador curtido sabe que como buena organización de documentos no jerarquizados, el orden en el que se nos presenta la evolución de la amistad de los protagonistas no debería de ser único y cerrado. Las posibilidades hipertextuales son muchísimas y variadas. Por ello los realizadores son los que se mueven por el hipertexto a sus anchas, en una suerte se simulación interactiva.
La falta de una inmersión total en narrar segmentos enteros o incluso secuencias sin la utilización de los rótulos explicativos, como ya he dicho antes puede ser achacable a la falta de riesgo de los autores o productora. La eclosión definitiva de este tipo de narración puede venir de la mano de Nacho Vigalondo. El género denominado “hipertexto de ficción” que anunciaba Clement (hablando en términos literarios), puede tomar forma completa en la última película del cineasta español Open windows (2014). Según algunas noticias de su rodaje[3] y como se puede observar en su trailer parece que la inmersión total en el tipo de narrativa con la que experimenta Catfish puede ser la culminación del hipertexto de ficción. El público más maduro con el entorno digital puede estar preparado para ver un largometraje narrado íntegramente desde el escritorio de un ordenador y a través de videos de internet, webcams y aplicaciones programas. En este caso y opuestamente a Catfish, Open Windows utiliza esa narración para crear un thriller. En la película De Joost y Schulman , como veremos a continuación, ese entorno sirve para reflexionar sobre lo digital y las consecuencias de su uso.
2-Verdades y mentiras digitales: utilizando el hipertexto para mentir
La escritura hipertextual de Catfish, o al menos de muchos de sus fragmentos, no son el único hallazgo digital de la misma. El hipertexto, es algo más que un recurso visual recurrente o una forma de hacer avanzar la trama. Lo digital, los bits, la convergencia mediática de la que habla Henry Jenkins vertebran el discurso de Joost y Schulman, un discurso en el que la verdad y la mentira que hay detrás de lo digital conforman la tesis central.
En el año 2010, año de estreno de Catfish, el espectador ya es perfectamente consciente de la “mentira” del digital. En términos figurativos el uso del CGI en el cine comercial ha sido ampliamente aceptado. Casos concretos y recursos como elmorphing en personajes, como la figura acuática de Abyss (The abyss, James Cameron, 1989), o el T1000 de Terminator 2: el juicio final (Terminator 2: Judgement Day, James Cameron, 1991) habían mostrado hacía mucho tiempo la naturaleza maleable del esta tecnología y se observaba en pantalla el intento de hacer un personaje digital con CGI que cambia de forma, poniendo en evidencia cuáles eran algunas de las consecuencias o cuestiones que plantean tantos y tantas películas comerciales y el uso de los efectos especiales.
La verdad y la mentira y el uso que se hace de lo digital en términos de efectos especiales o digitales no sólo se reduce a los personajes. En los últimos años hemos asistido a recreaciones digitales de ambientes o épocas que nos hacen dudar si las localizaciones utilizadas en ciertas películas son reales, son decorados o se han recreado mediante la tecnología digital. Pasamos no sólo de intentar crear “personajes digitales” o escenas de acción espectaculares plagadas de efectos especiales CGI sino que se observa también la intención de hacer invisible el uso del digital. Así tenemos casos como la recreación del San Francisco de los años 70 en Zodiac (2007, David Fincher). Sólo viendo video de rodaje en el Youtube[5] o asomándonos a los extras del DVD podemos asistir al rodaje de muchas de las secuencias de exteriores, y la mayoría de las calles de San Francisco son totalmente digitales. Tanto en este caso como en, por ejemplo, la recreación del Atlantic City de la época de la ley seca en la serie Boardwalk Empire (HBO, 2010- ), el efecto, la “mentira digital” sirve para recrear un ambiente y una época de la manera más desapercibida posible[6]. Lo digital en esta ocasión no quiere destacar, lo digital quiere mimetizar un escenario concreto que sirve únicamente a una historia, quiere llegar a una verdad a través de una mentira llena de unos y ceros. Así como la intención, más cercana al cine de atracciones de Gunning, de que se note que está sucediendo algo espectacular, que hay un efectos digitales a mansalva, que hay una transformación o un cambio, ya sea un personaje digital, una explosión, un universo imaginario, en otro tipo de producciones quieren que la mentira se enmascare para integrar lo digital en la diégesis y con ello introducir al espectador en esa “montaña rusa de emociones” a la que se refería Gunning.
La mentira y la verdad en el mundo digital son la base principal deCatfish, pero aunque toma parte de la reflexión teórica sobre el digital que recogen los ejemplos indicados, aquí las intenciones se alejan y propone una reflexión diferente: Catfish habla de cómo se una el universo digital no sólo para mentir, sino para bucear y encontrar la verdad.
El enorme hipertexto que es un escritorio de un ordenador conectado a la red proporciona herramientas que pueden alterar el contacto con una persona real al otro lado de la red. Echando la vista atrás, y antes de la aparición de Facebook, la red social más importante, el chat o la webcam eran los vehículos más directos para establecer relaciones entre personas a través de la red. En todo este entorno la mentira campa a sus anchas: el falso testimonio digital corre a una velocidad casi infinita a través de los bits y las conexiones de banda ancha. Los chats, los mails, las Webcams , las redes sociales no son más que instrumentos para propagar mentiras más fácilmente escudándose detrñas de la tecnología digital. La situación se ha hecho más compleja a lo largo de los años y la red se he hecho más y más global ampliando con ello las opciones de mentir a través de ella.
De esta manera a lo largo de Catfish asistimos a la construcción por parte de Angela Wesselman de una serie de identidades falsas para relacionarse con Nev a través de internet. Con ayuda de las herramientas del hipertexto Angela crea multitud de perfiles falsos de Facebook , con fotos de personas que no conoce, buscadas al azar en Internet, les pone nombres inventados, los hace interactuar entre ellos, tergiversa los nombres de otros familiares y los pone con imágenes que no se corresponden a la realidad, cambia las etiquetas y autoría de varios temas musicales para hacerlo pasar por propios o de sus perfiles falsos …
Lo digital ha permitido crear una red de mentiras que trastoca la vida de Nev y los dos realizadores que deciden documentar la, a priori, inocente relación entre una niña pintora y un joven fotógrafo y la posterior historia de amor online entre el fotógrafo y Megan.
El castillo de naipes organizado por Angela a través del entorno digital va ser derrumbado por Nev y los realizadores gracias a la misma arma que ella utilizó para mentir: la red.
3-Verdades y mentiras digitales: utilizando el hipertexto encontrar la verdad
El universo transmediático por el que transcurre Catfish provoca un engaño, una enorme mentira que dura varios meses y que va creciendo y creciendo. El mundo imaginario que crea Angela a través de Internet empieza a resquebrajarse en el momento en el que el equipo de rodaje tiene que ir a trabajar cerca de Michigan , lugar de residencia de Angela y su familia, y quieren acercarse a conocerlos.
Durante una de las noches de viaje que pasan en un motel, en una de las sesiones de chat entre Nev y Megan, esta le manda canciones que supuestamente canta ella. Buscando en la red la canción que le ha mandado Megan encuentra exactamente la misma versión. El mismo instrumento que Angela ha utilizado parea crear una enorme red de mentiras es el que utiliza Nev para hacerla caer. Las canciones, no plagiadas, sino directamente extraídas de videos de Youtube al azar o de bandas sonoras de películas famosas son sólo la punta del iceberg del engaño.
Los cineastas y Nev comienzan a plantearse hasta qué punto es cierto todo lo que ha pasado hasta ese momento. Haciendo búsquedas en Internet y recordando supuestas verdades que Angela le había contado a Nev, descubren las mentiras: estamos ante revelaciones de la verdad gracias a lo digital, revelación de mentiras que también habían sido construidas gracias a lo digital.
Hay un instante en que se remarca la naturaleza digital por la que han corrido las verdades y mentiras. Cuando suena en un video de Youtube el tema musical “Truman Sleeps”, perteneciente a la banda sonora de la película El show de Truman (The Truman Show, 1998, Peter Weir) la cámara inicia un zoom hacia la pantalla del ordenador que acaba con un plano detalle de los puntos de la pantalla. En ese momento de catarsis, de revelación los realizadores quieren amplificarnos el canal por el que han transcurrido todas las mentiras.
Remarcando a través del zoom lo digital y el bit como fuente reveladora
Ariel, Nev y Henry deciden presentarse en Michigan para descubrir la verdad sobre todo lo que ha estado pasando los últimos meses. En ese momento un gesto cien por cien digital vuelve a revelar la naturaleza maleable y manipuladora del ambiente y mundo digital: en una búsqueda de Google Street View en la dirección de la casa de la familia de Abby, la aplicación nos enseña a una mujer junto a la casa, una mujer a la que no podemos ver el rostro que está borroso. En una especie de metáfora sobre las vivencias de Nev en los últimos meses de Nev. La identidad de todo lo que ha conocido Nev está borroso, la red de relaciones que ha establecido con Abby, Angela y sobre todo Megan se acaba de destruir y todo es “culpa” del mundo digital.
El viaje a Michigan finalmente revela todo lo que ha construido Angela, pero ese último segmento de revelación de la verdad es prácticamente íntegro en formato documental.
Conclusiones
Con una enorme economía de medios y en un sólo plano general de Angela confesándole a Nev todos los perfiles falsos que creó y como llevó a cabo su mentira, diversas fotografías de perfil de Facebook van tapando el encuadre hasta quedar este totalmente cubierto. Nos han resumido la película en un plano. Las plataformas mediáticas, la convergencia de medios que Henry Jenkins se aventuró a predecir a mediados de los 90 se expone como un gran tapiz y lleva nuestra mirada a tapar ese tapiz real con la enorme mentira perpetrada por el ama de casa de Michigan.
Esas fotos de perfiles inventados, enmascaran la verdad, son parte de la red digital de mentiras de Angela. La naturaleza sobre la red y sus usos para mentir y descubrir la verdad han sido el discurso central de Schulman y Joost.
La tesis sobre el entorno digital podemos extrapolarla a la mismaCatfish como película. Posteriormente al estreno de la película, surgieron muchos espectadores y críticos poniendo en duda la veracidad de lo que cuenta la película. Mientras unos creían que la cinta era un documental al uso y narraba una historia real otros ponían en duda los hechos narrados y decían que Catfish no era otra cosa más que un falso documental. Aún a día de hoy hay diferentes teorías y paginas web que ponen en duda todo lo que sucede en la película[7]. Puede que de manera involuntaria se ha puesto sobre la mesa una cuestión metanarrativa que entronca con al tema central de Catfish. El hecho de que haya sido grabada en formato digital y se hable sobre la reconstrucción de identidades y verdades y mentoras en la red puede hacer pensar que toda la película también está construida íntegramente de esa misma manera. De esa forma Catfish ha rematado su discurso haciéndonos dudar a los espectadores, el engaño digital llega a varios niveles.
En definitiva, el entorno transmedia y sus aplicaciones nos acercan a una realidad que no siempre lo es, que lo digital puede ayudarnos tanto a mentir como a descubrir esa misma mentira. La globalización que encarna algo tan grande como el hipertexto fomenta un cambio en las relaciones personales y digitales.
Y para que mientras vemos Catfish nunca perdamos de vista ese mensaje o esas intenciones no nos deja de mostrar en todo momento los puntos digitales, para que tomemos consciencia de los unos y los ceros, y de la maleabilidad de vivir en un entorno en que la línea que separa la verdad y la mentira o la realidad de la ficción son cada vez más difusas.

martes, 5 de abril de 2016
Definición de Cultura urbana
El concepto que nos ocupará a continuación está estrechamente asociado al contexto de cultura. Por caso, la cultura designa al conjunto de de maneras de vivir y de usos y costumbres que predominan en una determinada época y dentro de un grupo social, poniéndolo en palabras más simples se trata de las diversas maneras en las cuales se expresa una comunidad dada, entonces, cómo hablan, cómo se visten, lo que hacen, cómo se comportan, entre otras cuestiones, son elementos inherentes a la cultura.
Por su parte, la palabra urbana designa a aquello que es propio o está vinculado a la ciudad, a la vida en la ciudad.
Por tanto si combinamos ambas referencias y las fusionamos en un concepto nos encontramos con que la cultura urbana consiste en la manera de expresión que presentan los individuos que se desenvuelven en una determinada ciudad. El arte, la música, la indumentaria y la manera de vivir que ostentan las personas que viven en tal o cual ciudad serán expresiones de la cultura urbana. Ahora bien, en todo esto la forma física de la ciudad en cuestión dispone de un rol fundamental y de una relación directa con la cultura urbana que se desarrollará.
Cabe destacarse entonces que la cultura urbana más bien la eligen, la delinean, las personas en función de la manera de vivir, del contexto en el cual se crecen y se desarrollan, siendo por caso más bien libre y de ninguna manera está contaminada por lo que piensa o establece el gobierno de turno o los personajes influyentes.
Una cuestión insoslayable en este tema es la gran extensión física que proponen las grandes ciudades y que se considera que fomenta que los vínculos entre las personas sean mucho menos directos si lo comparamos con la cultura rural, del campo, en donde casi todos los habitantes se conocen, se saludan, es decir, interaccionan con mayor asiduidad.
De todos modos esto no implica que en la ciudad también se tejan fuertes lazos entre los más diversos elementos y se terminen generando elementos de expresión que guardan entre sí muchas características comunes.



CULTURA URBANA
Con el cambio de los tiempos y la aparición de las ciudades se ha fraguado con el tiempo lo que se conoce como cultura urbana. Pero como es un término bastante difuso vamos a ver en qué consiste exactamente eso de “cultura urbana”.
CULTURA URBANA: ¿QUÉ ES?
La cultura urbana se podría definir como aquella cultura que engloba todos aquellos movimientos, expresiones o actitudes de determinados grupos que han surgido al amparo de los nuevos tiempos y las ciudades.
La cultura urbana se deja ver en cualquier ámbito de la vida y la sociedad. La música, la cultura, la forma de pensar o de vestir, etc. Dentro de esta cultura urbana podríamos hablar de diferentes tribus urbanas, agrupaciones de gente que se mueve por unos mismos ideales, ya sean artísticos, políticos o estadísticos, o incluso por grupos de edad o sexo.
Redes sociales como herramienta a favor del arte
Artistas y funcionarios ponderan el alcance y la facilidad de difusión del arte o de la investigación
Como un medio para dar a conocer su trabajo artístico, como una herramienta de difusión que permita atraer más y nuevos públicos, explicaron funcionarios y artistas a las redes sociales, más allá de espacios para definir puntos de vista sobre temas políticos.
La directora del Museo Nacional de San Carlos (MNSC), Carmen Gaitán; el investigador y periodista Agustín Sánchez González y el muralista Ariosto Otero hablaron sobre la importancia de esta plataforma, una herramienta que, coincidieron, puede cambiar muchas cosas en el mundo.
Carmen Gaitán afirmó emplear las redes sociales para llegar a los jóvenes, “ya que hoy todos ellos están ahí y el museo hace énfasis en hacerlo para llegar a ellos, ofrecerles y decirles que ir a un museo puede ser una experiencia lúdica, interesante y fascinante.
“Que ir a un museo no significa irse a aburrir o a no entender. Los museos tienen hoy muchas plataformas digitales que te permiten comprender lo que significa asistir a esos recintos”, subrayó.
Sobre el tema, Sánchez González, investigador del Centro Nacional de Investigación Documentación e Información de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes, anotó que recurre a las redes sociales para dar a conocer sus proyectos e investigaciones.
“Lo empleo en varias funciones. Tengo dos blogs, uno que se refleja en Facebook, en el que tengo más de 900 mil visitas y que me ha servido ante la cerrazón de los medios, pues cada vez están más cerrados los medios impresos y ante esa falta de espacios, el escribir es como hacer ejercicio, de tal suerte que si no escribes diario, pierdes condición”, dijo.
Indico que su otro blog lo utiliza para experimentar, “trabajar en cosas que quiero decir, que quiero contar acerca de mi trabajo, y por otro lado es como recobrar muchos de mis trabajos que se quedaron en la hemeroteca, los rescato y los vuelvo a publicar con la nota correspondiente”, aclaró.
Opinó que, a título personal, las redes sociales tienen la función de mostrar su trabajo y lo que desea que la gente sepa que ha realizado, “lo cual es una importante contribución.
“Las redes sociales son un fenómeno importante que, bien utilizadas, pueden cambiar muchas cosas en el mundo”, situaciones o decisiones de personajes o autoridades contra las que un número importante de ciudadanos está en contra, expresó.
Mientras que el pintor Ariosto Otero reveló no emplear redes sociales, como Twitter o Facebook, toda vez que, confesó, no tiene tiempo para publicar lo que tienen que decir o comunicar.
“Ni tengo Facebook ni Twitter y ni recurro a las redes sociales, mi palabra la pongo donde se publique, escribo cuando se me invita y ahí está, pero no soy muy adepto a las redes sociales; además, tampoco tengo mucho el tiempo para dedicarme a contestar mensajes”, indicó.
Para el también presidente de la Unión Latinoamericana de Muralistas y Creadores de Arte Monumental, las redes sociales tienen puntos a favor y en contra, “pues sirven a veces para causas buenas, pero también son autodestructivas en muchos casos.
“No estoy en contra de las nuevas tecnologías, al contrario es maravillosa e importante y sirve para la evolución y para la creación y progreso del ser humano. Y cuando no sirve, se vuelve autodestructiva en todos los campos”, expresó.

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